Muchos niños tienen miedo o estrés al acudir al dentista. En Clivadentkids lo sabemos y por eso ofrecemos un servicio de sedación consciente para evitar este mal trago y que acudir al odontopediatra no sea una mala experiencia.
Tratamiento con sedación consciente
Bajo el término de sedación consciente podemos usar dos técnicas: la inhalatoria y la intravenosa. En el caso de los niños solo se usa la primera. Esta sedación consciente permite que los pacientes entren en una estado de relajación absoluta mientras el odontopediatra lleva a cabo el tratamiento.
No es un sueño, sino que es una sedación consciente. En ningún momento se pierde el conocimiento ni se altera la percepción a través de los sentidos de la misma forma que si llevásemos a cabo una anestesia general.
¿Cuándo se usa la sedación consciente?
La sedación consciente la llevamos a cabo en nuestra clínica infantil en Valencia cuando un niño tiene miedo ante el tratamiento dental que se tiene que llevar a cabo. Pensemos que los pacientes más pequeños pueden sufrir algo de estrés o pasarlo mal en algunos momentos, por eso, si los padres quieren podemos llevar a cabo la sedación consciente.
En el caso de la odontopediatría, la sedación consciente se lleva a cabo de forma inhalatoria. El niño respira a través de una mascarilla una mezcla de gases a base de óxido nitroso, más conocido como “gas de la risa”. A continuación el paciente entra en un estado de relajación que le permite seguir las instrucciones del odontopediatra y evitar la sensación del dolor.
Este es un procedimiento con efectos rápidos, eficaces y totalmente seguro.
Ventajas de la sedación consciente con niños
La principal ventaja de la sedación consciente en niños es que estos no sufren dolor ni estrés durante la visita al dentista. De la misma forma los padres tampoco tendrán que “luchar” para que su hijo acuda a la consulta o revisiones del odontopediatra en Valencia.
De la misma forma, con la sedación consciente el odontopediatra trabaja de manera más eficaz, ya que este tipo de “anestesia” permite al paciente seguir las indicaciones del odontopediatra.
También permite ser aplicada en cualquier paciente, de forma independiente de la edad que tenga, ya que al usar el gas se puede regular. Además, en caso de que en momentos puntuales haya más dolor se puede volver a aplicar para reducirlo.